lunes, 13 de octubre de 2008

Hacia la luz


El poeta Ricardo Riverón Rojas nació en Zulueta, en 1949. Dos de sus libros publicados, Y dulce era la luz como un venado (1989) y Pasando sobre mis huellas (2001) fueron premiados en sendos concursos literarios en Cuba. Ha publicado, además, entre otros, Oficio de cantar (1978), Azarosamente azul (2000), Memoria de lo posible (2004), y Bajo una luz que no existe, aparecido en 2005.
Este último poemario, como se indica certeramente en la contraportada, “...es un conjunto armónico que se nutre de temas populares y cotidianos. Riverón se renueva en la forma y en su esencia. Cambia el metro, la rima, las estrofas y diversifica los asuntos. El resultado es un atado de cuidada factura que se materializa en sugerentes y fluidos poemas donde conviven y dialogan intenciones antagónicas y, por momentos, paradójicamente unitarias. Valiéndose de la paráfrasis y la alusión el poeta retoma, como en sus libros precedentes, elementos sustanciales en el discurso de autores de distintas filiaciones estéticas para aportar su marca de identidad —muy cubana e inquietante— en el rico concierto de la tradición decimística iberoamericana.”

Dejo aquí una muestra; mínima, es cierto, pero fehaciente.

Penélope


Tanto tiempo los ojos del ausente
fueron los mismos de la madrugada
que un día confundiste su mirada
con la errática luna del poniente.
Cruzaste sigilosa entre la gente
(destejidas, atrás, todas las telas).
Entre insomnes y tontos centinelas
escapaste, Penélope, cantando
y el cielo estuvo de tu parte cuando,
cansada de esperar, izaste velas.
Todo y nada

a mis hijos

Es imposible que les diga todo,
pues todo, para mí, es bastante nada.
Tal vez todo no es más que una mirada
para entendernos de distinto modo.
Nada es la carne —que se vuelve lodo.
Todo es la muerte —que nos desintegra.
El Todo de La Nada es esa negra
memoria de la paz en que nacimos.
Con sólo algo de la luz vivimos
y con bien poco el corazón se alegra.

Encrucijadas

Alguna diferencia sé que existe
si la noche se mancha con el día.
Ignoro si al decir melancolía
digo feliz y entienden que estoy triste.
A naufragar mi alma se resiste
aunque, al final, deba cargar la cruz.
No puedo ser el que, espantado, sus
ojos sepulta ante el primer reproche,
y al tragarme los huesos de la noche
camino, sin pensarlo, hacia la luz.

3 comentarios:

Unknown dijo...

"Soy el autor de Bajo una luz que no existe, y de esta manera indirecta le hago saber mi reconocimiento por su afán de darle presencia a la poesía cubana en Internet. En mi caso, he quedado gratamente sorprendido, pues no tenía idea de que ese libro mío hubiera viajado hasta Brasil para encotrarse allá con un compatriota lector, además tan generoso. Le doy las gracias por la inclusión, y de paso le hago llegar mi dirección electrónica: clubdelposte@cenit.cult.cu por si desea que nos comuniquemos. Un saludo. Ricardo Riverón Rojas"

Unknown dijo...

"Soy el autor de Bajo una luz que no existe, y de esta manera indirecta le hago saber mi reconocimiento por su afán de darle presencia a la poesía cubana en Internet. En mi caso, he quedado gratamente sorprendido, pues no tenía idea de que ese libro mío hubiera viajado hasta Brasil para encotrarse allá con un compatriota lector, además tan generoso. Le doy las gracias por la inclusión, y de paso le hago llegar mi dirección electrónica: clubdelposte@cenit.cult.cu por si desea que nos comuniquemos. Un saludo. Ricardo Riverón Rojas.

Enviado por Félix Luis Viera, México

Juan Carlos Recio dijo...

muy buena lectura tanto los trabajos de Riveron y los demás poetas, ojalá se publique a Felix L Viera en Cuba donde tantos lectores también lo leen,
un abrazo
JC Recio.

 
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