lunes, 17 de julio de 2006

EN PLENA DESNUDEZ


Alberto Serret (Santiago de Cuba 1947 - Quito, Ecuador 2000), además de amigo fidelísimo y por qué no mecenas mío, es uno de los grandes poetas que ha dado la isla. Como otros tantos (Lezama Lima, Dulce María Loynaz), es dueño absoluto de la palabra. Cualquier texto suyo, sin temor a exagerar, podría figurar en la mejor de las antologías. Este, pueden creerme, lo he escogido al azar.

Hora de café

Café. Noche aromática que se apura de un trago.
Fuego sordo y tangente quemándome los sesos,
la boca de costumbre, los múltiples excesos
que bebo con deleite. Líquido que deshago

en mi garganta como en el bombín de un mago.
Cayajabos pulidos, disueltos en la taza
y que son el lejano discurrir de una casa,
de una mujer colando café que a nadie pago.

Fuente negra. Azabache. Petróleo que me inunda
como el cinto de cuero pegándome una tunda
con el amor de entonces y del que un día fue...

Sorbo de amanecer que escancian mis hermanos,
para siempre quemándome en la lengua y las manos.
Todo un largo, infinito minuto de café.

(Tomado de En plena desnudez, Editorial Letras Cubanas, La Habana, Cuba, 1988)


Cordeles de humo apareció en 1987, en Ediciones Unión.
“La décima, la cubanísima estrofa, es la forma escogida por Alberto Serret para los poemas que componen este nuevo libro suyo; pero no sólo la décima octosílaba con que nuestros campesinos dicen sus penas y alegrías, sino que el poeta se ha permitido las más inesperadas alteraciones en el metro y la rima. Tampoco encontraremos aquí el cromito paisajista ni la crónica rimada: Serret ha escogido la décima como forma, pero sus temas son los mismos de cualquier otro poeta lírico, a lo que hay que agregar una definida personalidad, que se destaca por su matiz filosófico y señorío verbal.”

ADVIENTO

Veo pasar mi semilla
por el fondo de ese vaso.
¿Será este sueño un pedazo
de silencio o de costilla?
¿Y la onírica varilla
que me flagela brutal?
Serán mi carne y mi sal
disueltos en un doliente
buche de huesos, el puente
que ofrezco a la pesadilla.
O tal vez la maravilla
de un profundísimo abismo;
el tramposo paroxismo
de la tiniebla.
Mañana
¿seré luz, clavo, sombrero...?
La muerte es un perro fiero
con el colmillo irreal
o un vaso de agua vital
por sobre el polvo de enero.

La muerte es un semillero.


PROCEDER

¿Proceder? En forma tal
que no caigan los castillos
interiores. Como el brillo.
Como el trozo de coral.
Sé una racha, el aromal
Entre las prójimas fieras.
No estafes a la quimera.
No te entregues al azote.
Sé grato, como un
islote
para el náufrago que quiera.

No hay comentarios:

 
BlogBlogs.Com.Br